En el mes de marzo de este especial año 2020, tomamos la difícil decisión de romper filas y enviar a cada uno de nuestros integrantes a su casa, facilitando todos los equipos para continuar diseñando desde un entorno hogareño.

En ese entonces, nada hacía presagiar lo difícil que sería para algunos poder adaptarse a un ritmo totalmente diferente, abandonar los rituales de ir a la oficina, lidiar con las mascotas y hasta interrupciones por factores varios. La velocidad del internet ya no era la misma, los horarios ya no existían e incluso nos olvidamos de cómo se sentía poder hablar sin necesidad de Zoom o Meet.

¿El milagro? Nunca llegó. ¿El virus? Se quedó entre nosotros. Pero nos acostumbramos a la entonces llamada nueva normalidad y adquirimos nuevos ritmos y auto exigencias, para sobreponernos al año más complejo del siglo XXI. Gracias a la tecnología, logramos tener reuniones de planificación, atención a clientes y muchas ventas. Quizás al principio jamás lo imaginamos, pero a pesar de todo lo ocurrido, continuamos diseñando.